Usted puede que haya pensado, quizás hasta ensayado en su mente, los días y horas que preceden, y ocurren después de la muerte de su hijo. Por supuesto, va a querer saber que esperar, que pasará, y como usted va a bregar con todo esto. Tal como anotado en la Parte 1 de este Guía, no hay garantía de que las cosas van a aocurrir de una manera predecible. Sin embargo, en todos los casos hay algunos aspectos del final de la vida que es probable que tenga que enfrentar: planes a considerar, decisiones que hay que tomar. Ellos están descritos aquí en la Parte 2 del Guía.